13 sept 2014

Tan solo un segundo de ti
Es lo que pido
Mi sonrisa y la tuya
Tu calor y el mío
 Así no existiría el invierno
Solo nuestro abrigo
Mirar tus ojos verdes
 Hasta perderme en tus latidos
 Navegar por la calma de tu piel
Izar las velas en tus labios
Dejando un suspiro
 Porque mi locura
 Se vuelve amor

Cuando estás conmigo



-P.R.V

23 jul 2014

Percepción

Todo puede cambiar cuando menos te lo esperas.

Tu mundo puede girar cuando menos te lo imaginas.

Vas caminando por la ciudad como si la vida no dependiera de cada paso que das. Lo único por lo que te desasosiegas es por vivir el hoy y no darle explicaciones de tus acciones a absolutamente nadie.
Crees que hay un equilibrio perfecto entre el mundo de las demás personas y el tuyo. Entonces, vives así. Sin preocupaciones.
Pero de repente todo cambia. Tan de repente y sin previo aviso, conoces a ese “alguien” que te pone el mundo de cabeza. No quieres admitirlo pero sabes que esa persona ha marcado un “antes” y un “después” en tu vida. Sabes que vino para quedarse, sabes que sus ojos se inmiscuyeron en los tuyos, sin permiso, sin autorización, y eso los hace eternos en tu alma. Todo iba bien y de repente llega alguien y te enseña otro modo de felicidad, otra forma de ser feliz. Te das cuenta de que la vida depende de cada paso que das, de que te empiezas a preocupar por la otra persona, de que no necesitas darle explicaciones de nada pero aun así quieres dárselas porque te hace feliz. Ese “alguien” te hace feliz. Y no hay nada que los demás puedan hacer al respecto. Pasó de ser alguien completamente extraño a ser la persona de la que no puedes dejar de pensar. Alguien con quien puedes comer pizza a las 2 de la mañana y besarse a las 6 de la tarde. Y quieres ser mejor. Quieres darle lo mejor. Existe otra versión de ti gracias a él o a ella. Pero luego tus miedos empiezan a hacerse presentes. Tu inseguridad toma el rol de líder en tus emociones y no es para menos: esa persona te empieza a fallar. Comienzas a darte cuenta de que no es perfecta. Te fijas en sus pequeños desperfectos y luego caes en la realidad. Ya nada es lo mismo, todo empieza a cambiar porque ya no estás ciego o ciega de amor. Ya no eres ese que se ilusionó en un principio porque los golpes que te da son demasiados. Te agotan y no sabes de dónde sacar fuerzas, pero sigues caminando contra la tempestad. Tratas de recordar cómo te ilusionaste al principio, e intentas traer al presente esos recuerdos hermosos de ustedes sonriendo y mirándose el uno al otro, en segundos eternos. Pero no se puede luchar en solitario cuando hay dos personas por las cual pelear. Y no sabes qué hacer, miras a todos lados en busca de ayuda pero solo hay miradas incrédulas que te dicen que abandones. No quieres escucharlas pero sabes que tienen razón. Estás a punto de caer, la soga está a punto de romperse y sin embargo tratas en vano de sostenerte más y más fuerte. Hasta que notas que el amor por el que has estado luchando es tu propio verdugo. La persona de la cual has estado enamorado va cortando la soga lentamente mientras tú la miras sorprendido, pero de alguna manera ya te lo esperabas. Y es ahí donde caes, y te quedas en el suelo esperando a que otro “alguien” te levante. Pero tu mundo ya cambió. Ya no puedes ir por la vida fingiendo que todo está bien, el equilibrio entre los mundos que constituyen tu existir se desmoronó.


¿Ya te diste cuenta de que todo puede cambiar cuando menos te lo esperas?

28 jun 2014

Costumbres

Estoy acostumbrada a él. A su risa pícara, ese hermoso sonido que resuena en mis oídos a cada momento. Estoy acostumbrada a su forma de caminar. A verlo caminar hacia mí, esbozando esa sonrisa tan peculiar de él.
Puedo sentir su fragancia aun cuando estamos a kilómetros. Pareciera que sigue aquí. Parece que ahora mismo se encuentra sentado a mi lado susurrando mi nombre y murmurando chistes sin gracia alguna.
Y esos sueños por las noches en las que aparece con una sonrisa tímida y un “Lo siento” entre las manos, parecen tan reales que me cuesta y me duele el tener que volver a la realidad. Él es tan irreal ahora mismo, que duele.
Ahora él no está y el dolor es casi parte de mí. Simplemente quisiera arrancarlo de dentro de mí y lanzarlo a un lugar en el que sé que jamás lo volveré a encontrar. Sé también que el problema es que sería capaz de darme media vuelta y buscarlo. Pero no puedo, no podría después de todo. Por más que me esté muriendo por saber de él, correr hacia sus brazos solo empeoraría todo.

Volvería a escuchar su risa, volvería a ver cómo camina, volvería a sentir su fragancia y volvería a escuchar su voz diciendo mi nombre… y me costaría volver a la realidad.


http://ed_wp-content_v2.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/2013/10/tumblr_mo99wfGUq71qmbg8bo1_500.gif

30 may 2014

¿Inexistencia que existe?

Nada peor que un triste dolor en el corazón. Ese dolor causado por un corazón roto. Una decepción, una traición; en fin…  Digo que no hay nada peor porque todos sabemos que ese “corazón roto” es abstracto. No existe. No lo podemos tocar. Un corazón roto es tan tangible como el humo, y ni aún así, porque al humo lo podemos ver. Cuando sufrimos por amor, no existe pastilla, crema o venda para calmar ese dolor. No podemos frotarlo para que cese el desconsuelo. Es una herida que sangra persistentemente pero no podemos suturarla. Es una fiebre pero no existe una infección. Sin embargo, nos duele. ¿De dónde viene ese dolor? Es irrastreable, no podemos encontrarlo físicamente. Y eso duele aun más, porque no podemos controlarlo. A veces nos consume, nos agota, nos extingue poco a poco. Nos enerva. Porque DUELE.  No hay que darle muchas vueltas al asunto. El dolor es inevitable. El amor es un conjunto de emociones que se pasean al compás de un sonido anárquico. Un minuto te encuentras bailando con la felicidad, y al otro solo quieres que ese ruido termine. El amor te agota mentalmente pero aun así sigues dando todo de ti porque no quieres sentir el dolor. Te rehúsas a que este ataque, porque sabes que no podrás defenderte. Porque sabes que no podrás controlar ese dolor, porque sabes que en cuanto esa montaña rusa haga su recorrido repentino hacia abajo, todos esos sentimientos aparentemente dominados, se revolverán en tu interior y perderás toda capacidad de autocontrol. Y ahí es cuando el dolor hará su movimiento y quedarás indefenso porque no existe cura física para este mal. 
Porque este mal, simplemente no existe.


18 ene 2014

Canción de corazones

¿Complicado?
Pues sí. En realidad es algo muy difícil de explicar.
Es como uno de esos enigmas que aparecen de la nada totalmente inofensivos, pero te confunden todo y te hacen dudar de inclusive tu propia existencia.

Porque explicar un sentimiento es como desear que llueva en el desierto más arido del planeta.

Quererlo es como ver un hermoso amanecer con tus propios ojos. Al mismo tiempo es ver la tormenta, y que el sonido de aquellos truenos retumben en tu cabeza.
Pero quererlo también es olvidar que existe solamente un "yo" o un "tú" y aprender que ahora es un "nosotros".
Aprender que siendo dos, somos uno.
Y que nuestros corazones se funden en una sola canción compuesta por nuestros propios latidos.

10 ene 2014

..

Se supone que debería estar tratando de olvidarte, de ignorar tu existencia y todo lo que implica el tener que sacarte de mi vida.

Pero esas noches en las que solo me faltabas tú seguirán estando. Y me seguirán atormentando.

"A veces nos cuesta tanto renunciar a algo, que somos capaces de aceptar sufrimiento con tal de que ese algo no se vaya".

7 ene 2014

El deseo de escribir es una enfermedad como cualquier otra; y lo que uno escribe, si ha de ser algo bueno, debe estar profundamente arraigado en una especie de originalidad. Allí es donde me doy por vencido. Yo soy tan incapaz de crear como de volar.
         -Malcolm Lowry

Confusión!

Siento como si esto se repitiera. Como si la historia estuviera siendo leída por alguien más ajeno a nuestra realidad, y al llegar a este punto, decide leerla nuevamente. Pero esta vez, es con más intensidad. Los límites fueron otros. Y ahora ya no somos nosotros. Soy yo. Y eres tú. Nos fuimos. Se terminó. Pero, ¿de verdad había empezado? ¿Y si en realidad empezó por el final, y el supuesto final que estamos atravesando es el inicio? De ser así, al repetirse todo, estaríamos retrocediendo en lugar de avanzar.
Vaya que me estoy enrevesando la cabeza..

Preguntas

Nadie nunca me había dicho que pensar duele tanto. Nadie nunca mencionó que cuando la cabeza empieza a traer al presente cada recuerdo del pasado, dolería tanto. Sin embargo, duele. Aquí estoy yo, probablemente más sola que nunca, más ligera, más abandonada de sí misma. Y trato, pero es imposible. Trato de no pensar tanto, pero esas preguntas que formulo a quién sabe quién, solo se quedan ahí, en el aire. Flotando ligeras. Abandonandose a sí mismas y a toda posibilidad de ser respondidas. Porque las respuestas no llegan, no aparecen, y si en algún momento estuvieron, se fueron. No están. Puede que las haya llegado a tener frente a mis ojos, pero las dejé ir. Y ahora soy yo quien se siente sola. ¿Por qué? ¿Quién soy yo? ¿Quién eres tú? ¿Qué somos?

Nada.

No hay nada.

No puedo explicarme nada, y eso me atemoriza. Tengo miedo. Y lloro. Y esas gotas de agua salada se resbalan por mi piel, luchando por no caer. Tratando de ser más fuertes, o aunque sea menos débiles. Luchan como yo lucho. Pero, es una lucha perdida. La perdí hace mucho. Y la vuelvo a perder a diario. Y no puedo pensar en nada más que no seas tú. No puedo dejar de pensar en esas preguntas. Y te esfuerzas en responderme. Pero es en vano, Todo esfuerzo es en vano. Son preguntas vacías. Por eso tratas de evitarlas todo el tiempo.

Vaya..

Nadie nunca me había dicho que pensar duele tanto.

6 ene 2014

"Creo que lentamente me estoy convirtiendo en uno de esos viejos
cascarrabias que piensan que los animales son mejores que las
personas. Pero de vez en cuando la gente me sorprende gratamente 
y hasta me enamoro de alguien, así que imagínate".

Un poquito más

Y quererte LunesMartes,  MiércolesJueves y Viernes.
Y dejar todo el fin de semana para quererte un poquito más .

Doble puñalada

-Y desapareces.

Te extraño.
Te añoro.
Te anhelo.
Te quiero.
Te supero.
Te olvido.

-Y apareces.

Invasión

Las palabras llegan a convertirse en algo insignificante cuando estoy contigo, incluso cuando solo estás en mis pensamientos. Puedo quedarme callada, mientras la música ambienta el momento, pensando en ti. Solo pensando. Recordándote. Prometiéndome a mi misma ser fuerte cuando esté cerca de ti. Pero llega el momento y sonríes, me miras a los ojos. Como si supieras que mi debilidad por tus ojos es extrema. Entonces, dejo de luchar y me dejo llevar. Y tan solo te observo. Podría hacerlo por horas. Solo para memorizarte y poder recordarte vividamente cuando no estés aquí. Memorizar tus gestos, tus movimientos, tu fragancia, memorizarte a ti.
Poco a poco invades mi mundo.
Acaba de amanecer, el sol ya salió y la primera persona que empieza a pasear por mi mente eres tú. El recordar estar parada frente a ti y poder sonreírte mirándote a los ojos hace que nuevamente mi corazón demuestre sus dotes de bailarín. Con cada respiro, me quitas las palabras de la boca, en ti he podido encontrar un lugar en el que quiero quedarme. Tu recuerdo está plasmado en mí como una fotografía. Y el estar ahí, sentados, gritando entre besos imaginarios todo el cariño que hay entre nosotros solo hace que aumente lo que siento por ti. Todos esos segundos a tu lado, en los que parecían ser eternos a la misma vez pudieron haberse esfumado en un beso, o tal vez dos si el tiempo estaba de nuestro lado.
                     Decirte que te quiero se me está empezando a quedar corto, es que es tan fácil quererte que cada segundo que pasa quiero estar a tu lado. Que me abraces y que me digas cosas lindas, mientras yo apoyada en tu hombro, me quedo callada, escuchando como los latidos de nuestros corazones se acomodan para sonar a un mismo ritmo, como si estuvieran hechos para latir juntos.